Ser valiente es un acto de amor propio. Es querer expresar lo que de verdad te mueve, eso que los demás no ven pero que tú sabes que está allí y que es tú don para cambiar tú mundo.Ser valiente es cambiar ese cristal que te cubre y que tú enemigo quiere romper con sus piedras llenas de odio, por el acero de tu verdadero valor ese que solo tú puedes tener si crees en ti.
Ser valiente es ser tú mismo, es mejorarte. Es ir en contra del deseo ajeno, ese que te aleja de tu camino y te hace olvidar tú esencia y tú propósito. Ser valiente es necesario para crecer y resplandecer.
Ser valiente es estar en la luz propia y en compañía de la luz ajena sin apagarte, sin atenuarte ni opacar la luz del projimo.
Es nuestra obligación ser valiente, ser fuertes sin importar de donde venga, lo que tengas, no importa lo que falta para llegar a la meta igual se valiente solo así lograrás soltar, cambiar, mejorar, transformar... Solo se valiente.
Mamá es de hierro. Esa mujer es de hierro, ¡piensan!. Es la que se despierta de primera y se duerme a pocas horas antes de despertar. La que no se compra piezas nuevas ni se cambia los tornillos solo por que sus hijos los necesitan más que ella. Es la que cocina, lava, plancha, cria y hace postres. Es la que te brinda el café recién colado con un rico desayuno. La que se encarga de la casa, la familia, el jardín, las mascotas pero que no tiene tiempo para ella. Ella piensa que ser de hierro la hará eterna, no piensa en el óxido que la hace que rechinar cada vez que se mueve. ¿Para que pensar en eso si mamá nunca se enferma?. Le duelen los pies, las manos, la espalda y el cuello. No hay problema ¡mamá todo lo aguanta!. No es fácil ser una mujer de hierro. No es fácil mantenerte fuerte mientras que el óxido y el tiempo pasan factura. Músculos débiles, artrosis en las manos y...
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